sábado, 9 de mayo de 2009

ROL PROFESIONAL CENTRAL DE ANTONIO

ROL PROFESIONAL CENTRAL


Facilitador e Investigador
de Procesos de Aprendizaje para la
Emancipación del Ser

Facilitador.

Quizás lo mas difícil de concientizar en el camino a ser el facilitador que quiero ser, es aceptar el que no soy, El misterioso mundo que representa aún para uno mismo el propio mundo emocional y sus necesidades está permanentemente haciendo escenarios en el hacer y el decir propio. Por ejemplo se me ocurre hablar de la necesidad que tengo de intervenir, la creencia que desde esa intervención puedo cambiar el mundo, vencer la soledad en que andan tantas veces al día mis múltiples reflexiones, razonamientos, explicaciones, propuestas, soluciones, necesidades de dar solución a ese ser colectivo universal que soy desde lo mas cotidiano, material y mundano, hasta lo mas intrínseco, espiritual y filosófico, que persigue permanentemente mi vida. Difícil será abandonar mi ego (entiendo por ego en este escrito todo lo que se hace por necesidad de aprobación) necesitado de sentir la aprobación de los otros sobre mis acciones o el juicio álgido sobre aquello que me creo con derecho de juzgar.


Me ayudo en esa admiración que siento por los momentos en que la pregunta llega a ser tan sincera que tiene la seguridad de que algo pueden aprender, algo que no sabía o ha experimentado. En la admiración por el momento en que el aporte dona su experiencia exitosa, contextualizándola en un tiempo y espacio determinado con el afecto y la duda que da esa seguridad que el mundo cambia permanentemente y así pueden cambiar las respuestas. La ayuda pues cada vez que consigo esa clase de humildad y sabiduría me quedo callado observándola, absorbiéndola, a ver si me impregna y vence a ese facilitador que aún no soy.
En ese sentido me preparo para recibir la crítica, llevarme a casa el conflicto, la contradicción que ella genera, acariciarla hasta que derrote a mi ego, para transformarla en un espacio para la construcción del acto emancipador interno que requiere mi ser.


El facilitador que quiero ser es capaz de ser un guía, que agiliza desde su experiencia un orden para intercambiar, reflexionar, cuestionar, conocer y/o crear saberes, es capaz de propiciar en el grupo que facilita o guía una permanente actividad dialógica en un continuo circulo de intercambio de saberes, que encuentra y busca sistematizar experiencias y conocimientos para compartir y crear nuevos conocimiento. Ese facilitador es capaz de trabajar desde la horizontalidad, donde todos son poseedores de saberes y experiencias validas, su énfasis está en el aprendizaje en contraposición con la enseñanza, igual puede intervenir para sacar de la lucha de razones una conversación y retornarla a la reflexión principalmente con la fuerza de la pregunta. Este facilitador guía poniendo énfasis en la pregunta, en el cuestionamiento como generador de la reflexión y la investigación. Es capaz de minimizar su intervención con procesos de enseñanza o de respuestas o discursos explicativos, en una permanente creación de puentes o escaleras para la autogestión o cogestión del conocimiento que no niega el uso de cualquier habilidad. El facilitador entonces pone énfasis en los procesos que guían el acto de aprender, en contraposición con el profesor que pone énfasis en los contenidos a enseñar. Este facilitador que entiendo y busco ser es entonces alguien que permanente modela y se expresa como otro más en el colectivo.


La necesaria jerarquía que debe tener sobre el grupo para poder ser eso que es, “un facilitador” no la obtiene por un título, un cargo, o por ser representante de un Consejo Comunal o una institución educativa, sino por la que ese grupo, al que facilita, le da por precisamente estar entregando permanentemente espacios del poder de su rol, modelando cada vez mas finamente, ese arte que es facilitar.


El facilitador es un artista, que pulsa de manera creativa las fuerzas autogestoras de conocimiento de cada uno de los participantes, modela, inventa, crea y recrea procesos y métodos para que esa autogestión sea eficiente, asume como actor lo que el otro es incapaz de hacer o ver para soltarle de inmediato ese espacio aun incompleto para que de ahora en adelante se apropie de el.


El mayor objetivo de un facilitador es dejar de ser necesario en el proceso de aprendizaje del grupo que guía, el camino a eso, es turnar el ser invisible con el que reencauza las aguas hacia el objetivo, entonces también es el piso más alto a alcanzar en el transcurso de ese subir los escalones de su labor. Esto implica que un facilitador debe ir aumentando el autoestima del grupo y la suya propia al mismo tiempo que combatir el ego propio, lo cual permitirá superar la necesidad del grupo de ser aprobado y la de él de ser escuchado, debe buscar sinceramente sentir y buscar que el grupo se sienta como gestor único de su propio crecimiento, reconocimiento que implica una práctica permanente de entrega de poder y emancipación. Por lo que ese facilitador ideal que quiero ser, no le queda otro camino si no ser gestor de lo emancipador en si mismo y en el otro.


Por otro lado creo que el facilitador ideal no es una serie de recetas que podemos sacar y listar de este escrito, ¡no! El facilitador ideal es aquel que conoce las debilidades de su grupo y conociéndolas se coloca en el punto de la escalera mas propicio para acelerar el proceso de crecimiento del colectivo y de los individuos que conforman ese colectivo. No se puede ser inviable cuando se clama por una orientación. Mirada larga paso corto, la mirada larga dirigida al deber ser, el paso corto al espacio real donde se está, ese espacio lo marcan las necesidades del colectivo o del individuo y sus dependencias: Desde alguien acostumbrado a la enseñanza e incapacitado emocionalmente para el auto aprendizaje es necesario encontrar el escalón inmediato superior para avanzar hacia el acto de aprendizaje; Desde alguien acostumbrado a la autoridad educativa e incapacitado emocionalmente para reconocerse como conocedor o a los iguales como propietarios de conocimiento y experiencias validas, debemos encontrar el escalón siguiente para caminar al reconocimiento de saberes del colectivo. Lo anterior dicho coloca a la pedagogía de la pregunta en primer lugar como herramienta de trabajo del facilitador.


Por lo cual el ámbito de aprendizaje emocional, el ámbito de crecimiento psicológico muchas veces negado en el acto educativo como espacios de otro profesional debe empezar a ser fundamental. Los aportes sobre inteligencia emocional han dado elementos suficientes para que este aspecto prele sobre el contenido, igualmente el porque y el como, deben ser siempre parte permanente del acto de facilitar el aprender.


La propuesta de unos escalones a ser desarrollados para agilizar el trabajo del facilitador, implica que cada uno de los elementos indicados en esta disertación y que hablan de la característica del facilitador son variables a mezclar en cantidad y cualidad dependiendo de cada momento. Esta escalera es parte de la investigación necesaria a hacerse para crear conocimiento acerca de la dinámica que se debe adoptar en el proceso de facilitación.

Investigador.


Aquel que hurga, que pregunta, que busca, que indaga, que devela, que cuestiona, para encontrar respuestas, formulas, procesos, explicaciones, resultados. Aquel que busca dar solución a problemas o explicarlos. Es alguien que ha asumido el aprendizaje permanente como forma de vida, auto gestor de conocimiento por lo cual vive un continuo proceso de emancipación intelectual tratando de multiplicar conocimientos explicaciones y soluciones para lo que acontece. En esa área la cual considero bastante desarrollada en mi accionar permanente es necesario alimentar y regar con el afecto, la amabilidad, el humor que superen la aridez y sequedad desde la cual este acto se ha hecho hasta ahora, igualmente llevar y/o traer la incertidumbre y la pregunta, como el primer escalón del acto investigativo, desde el espacio personal individual a uno colectivo, grupal que propicie también la respuesta mancomunada.

Procesos.

Es intangible, son una serie de acciones para llegar a algo. Un proceso es una entidad activa que tiene asociada un conjunto de atributos. Es un conjunto de actividades o eventos que se realizan o suceden en un tiempo con un determinado fin. Normalmente en un proceso, es reproducible, tanto las acciones su secuencia, como el resultado o el producto final. En los actos colectivos o sociales la introducción de un proceso es solo propiciador de resultados debido a que las variable sociales además de ser infinitas, no son controlables. En el asunto que nos interesa es aplicar procesos fácilmente reproducibles que propicien en grupos, espacios de aprendizaje y acción, o sea a una praxis, reflexión/acción, no coercitiva, auto gestora, participativa, protagónica, horizontal propiciadora de organización emancipadora, individual y colectiva. No solamente nos interesa saber procesos, sino crearlos a la medida de los problemas y momentos a los que nos enfrentamos, esa habilidad de crear procesos es para mi otra formula a desarrollar y entregar al participante como colectivo. Eso nos lleva a plantear la necesidad de hacer procesos de procesos.


Aprendizaje.


Acto de autoconocer, autogestión del conocimiento. Ser miembro activo del crecimiento del propio conocimiento. Conocer o crear conocimiento de forma emancipadora. Realmente nadie enseña siempre se aprende, lo que si puede pasar es que por acciones subliminales, o coercitivas, usando el miedo, el terror, la manipulación o la ignorancia para que los individuos asuman, se habitúen, acepten o se acostumbren a aceptar como ciertos algunos contenidos, actuaciones y/o creencias, etc.


Cuando nuestro énfasis está en el aprendizaje estamos produciendo, propiciando el nacimiento de habilidades, destrezas y actitudes para la emancipación en el acto de conocer.

Emancipación del Ser.


Liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia. Autogestionarse. Romper cadenas. La palabra emancipación es muy usada en procesos independentistas o de rebeliones sociales y muy poco usada en los actos de liberación interna. La esclavitud de las pasiones, adicciones, apegos, enfermedad etc. o de fuerzas sutiles o espirituales. Aclarando la necesidad de abarcar también el tema espiritual, es necesario ratificar que están empezando a dejar de ser parte de lo que se llamaba suspecherias esotéricas, para ser parte del estudio de la ciencia, de la holistica, de la física quántica que empieza a explicar fenómenos que antes no tenían mas explicación que la del misterio la que le daba la religión y la magia.


Defiendo la inclusión de estos tres espacios el material, el emocional y el espiritual; el social, el personal y el universal como espacios que podrá y debe abarcar mi Rol Profesional Central en aras de defender lo sistémico y lo holistico.

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